Es extraño; estoy cansada y no puedo dormir
No puedo dejar de pensar
No puedo dejar de sentir
Sigo buscando en los callejones espiralados de mis circunvoluciones cerebrales el motivo de porqué no dejo de pensar en él
Me siento en una grada y platico con mi corazón . .
- Y entonces?; - pregunto
- ¿No habíamos quedado que te ibas a calmar? Casi mueres la última vez-.
El sin vergüenza se quedó callado... latió un par de veces ... y solo pude sonreír... porque ésta vez... es mi cerebro el pendejo; el que me hace sonreír cuando él navega por mis pensamientos.